Si hay un elemento que difícilmente falte en una casa es al menos un espejo. Por supuesto que no creo que se pueda pensar en un baño que no lo tenga. Pero volvemos entonces al encare que siempre damos a los problemas de diseño de una casa o piso: vamos a hacer consideraciones estéticas y consideraciones funcionales. En lo funcional el espejo cumple con la idea mínima de reflejar nuestra imagen, para que al menos al salir de casa estemos prolijos. Pero también cumple con la función de dar la sensación de mayor espacio y hasta de iluminar naturalmente, en forma indirecta en muchos casos.
En lo estético depende mucho del espejo y el emplazamiento del mismo
Es muy importante tener un espejo donde mirarnos de cuerpo completo, para salir de casa medianamente combinados. Eso no quiere decir que el espejo llegue al suelo. Si termina a unos 20 cm del mismo no solo es suficiente, sino que es mucho más seguro. Estos espejos de gran tamaño deben fijarse muy bien. Pero si no hay ni mascotas, ni niños pequeños ni ancianos, podemos tener un espejo de gran tamaño con un buen marco y no fijarlo en la pared sino que dejarlo separado unos 20 cm en la parte inferior y apoyado en la superior. La idea es que de una sensación más relajada.
El punto clave es donde poner un espejo
Si queremos ampliar e iluminar, debe colocarse de modo que refleje la luz de la ventana, obviamente. Pero es muy importante ver que refleja exactamente. Si sobre la ventana hay una mancha de humedad que no podemos resolver ahora, ese espejo solo va a amplificar el problema.
No debemos colocarlo en un lugar que distraiga
Por ejemplo, junto a la mesa de trabajo o escritorio. Hay quienes no lo recomiendan (y comparto) colocarlo frente a un sofá donde queremos relajarnos.