Muchas veces se puede conseguir un cambio radical en el aspecto de un mueble, una habitación o una fachada, solo modificando algunas cosas y sin gastar mucho dinero. La pintura, en la mayoría de esos casos, es nuestra mejor amiga. No implica gastos demasiado exagerados, no es necesario ser demasiado expertos y los resultados marcan diferencias abismales. Las molduras también nos pueden ayudar a hacer cambios importantes, solas o en combinación con una interesante pintura.
Renovar los muebles de cocina
Si nuestra cocina tiene unos armarios muy aburridos y sin gracia, con molduras y con muy pocos euros, van a cambiar y mucho. De hecho, si nos animamos nosotros mismos las podemos hacer con una fresadora y no olvidando hacer los correspondientes cortes en inglete. Para fijarlos al mueble podemos hacerlo con cola solamente o con cola y clavos ocultos, lo que es mucho mejor.
Lijar y pintar
Antes de colocar las molduras las vamos a preparar. Para eso una buena lija y una vez secas y limpias le damos una mano de tapa poros. Luego dos manos de pintura del color elegido y ya queda pronta para pegar. Si queremos también podemos pintar la puerta del armario, de modo que las molduras las vamos a colocar luego de pintada la puerta para simplificar. Se puede hacer una linda combinación o contraste. Tal vez el color de las pinturas podemos repetirlo en detalles de la cocina, para dar coherencia a la decoración.
Si la moldura ya esta fija y queremos pintar, no podemos olvidar proteger la puerta con cinta de carrocero y usar pincel muy fino.