Lentamente la pintura pizarra va ganando más y más espacio. No digo que llegará a ser como los pallets, que prácticamente sirven para todo, pero desde el punto de vista decorativo son más que interesantes. La clave de eso es que es algo simple de aplicar, no es nada caro (incluso se puede hacer la pintura pizarra en casa como ya hemos visto aquí) y nos brinda una superficie que puede ir mutando a un costo muy bajo. Esto se debe a que el poder escribir o dibujar en ella, se pueden usar colores o hasta conceptos que pueden tener un alto impacto, solo pintando un poco.
Veamos algunas ideas
Ya hemos visto como se pueden personalizar las tazas del desayuno, los frascos o botes que guardamos en la cocina. Pero un uso más funcional es en las mismas tapas de estos botes o frascos. En general tenemos en un cajón todas las especias, en mi caso no son pocas, ya que me encanta comprarlas y traigo muchas de los viajes. El problemas es que hay que sacar frasco por frasco hasta encontrar ese que estamos buscando. Pues si pintamos las tapas de estos botes con pintura pizarra y luego escribimos en ellas que hay dentro, todo resuelto. Como punto adicional os cuento que quedan de lo más bonitas todas juntas.
Por qué no un mueble
Otro punto que ya hemos visto es para el dormitorio de los niños, en una pared, de modo de crear una zona de trabajo con la pintura pizarra para nuestro pequeños artistas. También es usual colocar una pizarra (en este caso pintar solo un sector de la pared ya alcanza) en una zona de trabajo y lo tenemos siempre en cuenta en el diseño para oficina pequeña.
Lo que no siempre pensamos es pintar un mueble de esta forma. Un mueble completamente negro, puede quedar muy elegante pero también puede ser muy pesado visualmente. Por ese motivo, si le agregamos unos dibujos, le quitamos peso y damos un toque creativo.